Salió campeón en Primera con sólo 13 años, repitió hace unos días y se dio un gustazo: festejó con los jugadores de Boca

No muchas personas aseguran haber cumplido casi todos sus sueños a tan corta edad. Sin embargo, Leandro Montaña parece haber sido tocado por la varita mágica. Como futbolista, salió campeón 5 veces y además pudo cumplir el sueño de cualquier hincha: dar la vuelta olímpica con sus ídolos. ¡Y tiene solamente 19 años!

«Cuando tenia 13 años jugaba en la ADA. Debuté en primera gracias a la confianza que me dio el técnico Javier Paratore. En ese club salí dos veces campeón. Después en San Miguel, mi equipo actual, gané otros tres títulos, el último hace unos días. Afortunadamente me toca vivir y disfrutar cada entrenamiento», contó el joven en diálogo con La Excusa Deportiva.

Para Leandro, todos los campeonatos obtenidos tienen el mismo sabor. «Diferencias no hay porque fueron con sacrificio, valentía, responsabilidad y respeto a la camiseta que me tocó y me toca vestir. Siempre dejo todo», agregó el lateral derecho.
Montaña no sólo dedica su vida al fútbol, sino que también trabaja y estudia. «Por ahora no tengo un trabajo seguro, pero estoy en los parrales haciendo changas. A la noche hago el secundario en la escuela Luis Nouusan de Campo Afuera. Por las mañanas trabajo, en la tarde entreno y en las noche voy a la escuela, esa es mi rutina. Quiero terminar mis estudios para tener un mejor futuro», expresó.

A fuerza de muchas ganas de progresar, de salir adelante, casi no descansa. «Me siento muy contento, alegre por mis logros. No es fácil ganar un título por el que todos los clubes de Albardón compiten por obtenerlo. Todo esfuerzo tiene recompensa. Sólo mi familia y los que me conocen saben lo que hago día a día para afrontar mis entrenamientos y cada partidos», confesó el defensor campeón.

«He dejado y sigo dejando muchas cosas de lado para hacer lo que más me gusta, este deporte hermoso que es el fútbol. No me rindo y no me rendiré nunca porque gracias a Dios tengo mi pilar fundamental atrás mío, que cuando me tropiezo, están para que no me caiga. que es mi familia», sostuvo.

El joven es fanático de Boca y cuando pasó por las inferiores de Godoy Cruz se dio el gusto de su vida, como hincha. «Estando en el Tomba fui de pasapelotas en el la final de la Supercopa frente a Central. Fue en 2018 en el Malvinas Argentinas. Lo más lindo es ver a Boca campeón y más teniendo a mis ídolos al lado. Festejé con mis compañeros», recordó.

A Leandro le queda sólo un sueño por cumplir relacionado a este deporte y es tener en algún momento la posibilidad de ser jugador profesional. Tiempo, capacidad y ganas le sobran.

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